1- Principio de equidad: Consideramos que la equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. Es un valor que reconoce a todas las personas como sujetos de igual dignidad, y protege su derecho a no estar sometidas a relaciones basadas en la dominación sea cual sea su condición social, género, edad, etnia, origen, capacidad, etc.
2- Principio de trabajo: Consideramos que el trabajo es un elemento clave en la calidad de vida de las personas, de la comunidad y de las relaciones económicas entre la ciudadanía, los pueblos y los Estados. Por ello situamos la concepción del trabajo en un contexto social e institucional amplio de participación en la economía y en la comunidad. Además, para el caso de las entidades que participan en el mercado convencional, integramos el principio de trabajo expuesto en la Carta de la Economía Social, la cual expresa que el elemento primordial en la distribución de derechos y responsabilidades es el trabajo y no el capital.
3- Principio de sostenibilidad ambiental: Consideramos que toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, por ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es nuestro punto de partida. En el caso de la Economía Social este punto se expresa mediante la búsqueda del “desarrollo sostenible”.
4- Principio de cooperación: Partimos de que la Economía Solidaria está basada en una ética participativa y democrática, que quiere fomentar el aprendizaje y el trabajo cooperativo entre personas y organizaciones, mediante procesos de colaboración, de toma de decisiones conjuntas, de asunción compartida de responsabilidades y deberes, que garanticen la máxima horizontalidad posible a la vez que respeten la autonomía de cada una, sin generar dependencias.
5- Principio de no lucratividad: El modelo económico que practicamos y perseguimos tiene como finalidad el desarrollo integral, colectivo e individual de las personas, y como medio, la gestión eficiente de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente rentables, cuyos beneficios se reinvierten y redistribuyen. Se entiende por ello que nuestras actividades destinan los posibles beneficios a la mejora o ampliación del objeto social de los proyectos así como al apoyo de otras iniciativas solidarias de interés general, participando de esta manera en la construcción de un modelo social más humano, solidario y equitativo.En el caso de la Economía Social se realiza una definición un poco más amplia, afirmando que “el grueso del excedente debe destinarse a la consecuención de objetivos de desarrollo sostenible y a la realización de servicios de interés a los miembros o de interés general”.
6- Principio de compromiso con el entorno: Nuestro compromiso con el entorno se concreta en la participación en el desarrollo local sostenible y comunitario del territorio. Nuestras organizaciones están plenamente integradas en el territorio y entorno social en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la implicación en redes y la cooperación con otras organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro del mismo ámbito geográfico.